ayer, sin querer y para hacer un aguante, terminé tomando un helado sentada en el paseo del buen pastor.
para los escandalosamente desorientados: el buen pastor solía ser una cárcel de mujeres bastante sórdida y bonita ubicada en el centro de córdoba, frente a una de las iglesias mas retorcidas de la ciudad, la de los capuchinos.
en algún punto del proceso de enchetización de nueva córdoba que venimos tolerando asombrosamente bien sin quemar nada -pero no por mucho tiempo-, a alguien se le ocurrió la estúpida idea de que una cárcel antigua en pleno centro espanta a los turistas, y sería mejor convertirla en un shopping.
pasándose por el orto cualquier noción de conservación del patrimonio arquitectónico local existente, iniciaron las obras careteándola de que iban a transformarla en una "plaza" para que "se vea mejor la iglesia". algunos meses y mucho dinero después, se empezó a notar que no.
media cárcel (la que está mas cerca de la iglesia y más tapa la vista) quedó en pie, pintada de cremita y convertida en un centro comercial cheto. la otra mitad fue remplazada por unas escaleras y plataformas asquerosamente modernosas y una fuente de "aguas danzantes".
personalmente detesto las aguas danzantes. no hay nada más guarro y poco interesante que chorros de agua iluminados de colores moviéndose al compás de música de mierda que sale por altoparlantes, rodeadas de apretujamiento de familias cambiaditas diciendo "aahh...". pero mas allá de eso, incluso si te gustan, toda la movida no tiene razón de ser.
porque la iglesia se ve menos que antes. en parte porque el edificio sigue igual de cerca y alto, y lo único que cambió fue que ahora está lleno de gente que va a tomar mate en tacos; y sobre todo porque el problema que tienen los chetos admiradores de aguas danzantes con estar en un lugar con un saludable nivel de penumbra hizo que cubran todo de reflectores escandalosos que donde sea que te parás te apuntan a la cara y no te dejan ver una mierda.
lo mas triste de todo es que hayan gastado $12.000.000 de los contribuyentes (vos y yo, y un montón de gente más a la que le importan una mierda las aguas danzantes y capaz que necesitaba mas un hospital, como toda la zona sur) para hacer algo tan guarro. mirándolo con todo el amor y la tolerancia, parece una mansión de narco latinoamericano: dos pisos de galerías con puertitas antiguas en filas que dan a una pileta llena de reflectores rodeada de minitas hiperproducidas apelotonadas. (para que no se malinterprete mi utilización del término: yo no soy una minita, pero que las hay, las hay - y van todas al buen pastor).
toda la manzana apesta a gente intentando tener estilo y fallando miserablemente. incluso el "minimalismo" intentado en el mobiliario del bar al borde de la fuente es minimalismo utilísima satelital: hace todo lo posible por ser metálicoplástico y neto, pero apesta a muñequería country.
y para rematarla, un par de bosquecitos tim burton de cotillón llenos de arbolitos enclenques grises y florcitas amarillas, que capaz que daba para incluir si transformaban el lugar en una plazoleta oscura con hamacas de cadena sin pintar y tablas de madera (soñá), pero así prolijamente ubicados a los costados de las rampas modernosas de las que llenaron todo no tienen razón de ser.
veredicto: merece quemarse o ser arrasado por manifestantes enfurecidos. espero que suceda.
