un mes y medio después.
acabo de llegar a la conclusión de que victor hugo es una especie de esposo golpeador psicópata de la literatura clásica: te tortura por páginas y páginas hasta dejarte al borde del suicido, y justo cuando estás por abandonarlo te sorprende embelesándote un rato y te quedás.
no es que haya abandonado nuestra señora de parís, es que me olvidé de meterlo en la valija cuando terminaron las vacaciones y es recién ahora, visitando a mi hermana en rosario, que vuelvo a tenerlo disponible.
la casa de vir es el lugar ideal para leer libros largos: un bellísimo y silencioso bulo de estudioso marroquí repleto de publicaciones de todo tipo, sillones de almohadones mullidos y lentejuelosos, sahumerios, cajitas y velas, donde siempre huele a incienso y a mango y la cocacola y la torta de chocolate nunca se terminan.
el libro tercero, páginas 93 a 116, fue jodido. supongo que alguien un tanto más culto en el sentido tradicional de la palabra y familiarizado con la historia de parís puede llegar a considerarlo interesante, pero a mi me pareció un horror. describe toda la ciudad calle por calle, contando anécdotas sosas de gente que no tengo la más puta idea de quién es.
en honor a la verdad, “salteé por error” las últimas 11 páginas. mi defensa: “La Cité tenía entonces cinco puentes: tres a la derecha, el Pont Notre-Dame y el Pont-au-Change, de piedra; y el Pont Saint-Michel, de madera; todos cargados de casas. La Universidad tenía seis puertas, construidas por Felipe Augusto; eran, partiendo de la Tournelle, la puerta de Saint-Victor, la puerta Bordelle, la puerta Papal, la puerta de Saint-Jacques, la puerta Saint-Michel y la puerta Saint-Germain. La Ville tenía seis puertas, construídas por Carlos V; eran, partiendo de la torre de Billy, la puerta Saint-Antoine, la puerta del Temple, la puerta Saint-Martin, la puerta Saint-Denis, la puerta Montmartre, y la puerta Saint-Honoré.”. así, 23 páginas.
el libro cuarto está mucho mas lindo. ahonda en la enferma relación con el mundo del sexy archidiácono frollo, que resulta que nunca se casó para no engañar al hermanito al que adoptó cuando la peste mató a los padres. (corre por cuenta de ustedes. yo nunca dije nada. aparte, no).
desde re chiquito el pibe es la estrella intelectual de parís, se estudia todo, habla todos los idiomas, se ordena sacerdote a los 20 años, tira combos ninja alto nivel, etc. (en cierta forma me recuerda a fray mamerto esquiú, solo que menos hippie y no le gustan los niños).
después adopta a cuasimodo. parece que antes, en las iglesias de parís, hacían con los huérfanos lo que la gente hace con los cachorritos en el paseo de las artes: les chantaban un moño, los metían en una caja, y el que los quería los agarraba. lo encuentra ahí y como su monstruosidad lo enternece se lo lleva y lo pone de campanero.
detalles de la trama aparte, el libro es de esa época donde la gente se regodeaba en el concepto de "quien añade ciencia añade dolor". yo personalmente creo que hay dos tipos de personas: los que al añadir ciencia añaden dolor, y se vuelven quejosos antisociales carteludos e insoportables, y los que al añadir ciencia añaden nuevas formas baratas y limadas de divertirse. debo confesar que los primeros me molestan un poco. frollo es uno de estos, pero de alguna forma la pilotea para no ser hartante sino súper cachondo.
ahora estoy en ese punto del libro donde te metés en la historia lo suficiente como para empezar a asignarles caras a los personajes, para poder imaginarlos mejor. a cuasimodo no puedo evitar verlo como en el dibujito, la gitana no volvió a aparecer pero por lo molesta supongo que debe ser una versión ruluda y con cabra de antonella de las divinas, y otros personajes importantes por el momento no hay, así que sólo queda frollo.
estoy entre nick cave, billy corgan, y el tipo que hace de dr house.
afuera por un pelito: emmanuel horvilleur (es demasiado joven), david bowie (es demasiado feliz).
hice un par de dibujitos. voten.
días de roche